lunes, 12 de noviembre de 2007

Desnudos en la cocina

El pasado fin de semana tuve el “honor” de ver en Totana, la obra de teatro “Desnudos en la Cocina”. Fui a verla porque me gusta mucho el teatro y además, la entrada era gratuita, cuando en otras ciudades se paga entre 15 y 18 euros (Extremadura). Cuando llegué al auditorio donde se iba a representar estaba repleto de gente y fue difícil encontrar un buen sitio. Finalmente pude sentarme en la quinta fila (empezando por el final). Habíamos más de 700 personas en el recinto.

Cuando comenzó la obra todos los espectadores se callaron, pero por desgracia solo fueron unos segundos. Detrás de mí había un grupo de viejecitas y viejecitos que no paraban de gritar. Si gritar, no se si es porque estaban mal del oído, la cuestión es que cada vez que chillaban todas las cabezas se volvían hacia ellos. En la fila de delante había también otro grupo de viejecitas, pero éstas no gritaban, sino que RONCABAN. Se pasaron toda la obra durmiendo, hasta que al final de la representación una de ellas dio tal ronquido que ella misma se despertó sobresaltada.

Estos fueron algunos de los impedimentos que tuve para poder ver la obra, sin contar las personas que se levantaban constantemente, los niños que lloraban… Siento enormemente, no haber podido relatar cual es el argumento de “Desnudos en la Cocina”, pero fueron numerosas dificultades las que tuve para poder comprenderlo.

4 Comments:

M.T.C said...

Ey!
Me asombra que esta entrada no trate sobre asesinatos, suicidios o crímenes macabros. Pero da igual, es bueno comprender los "innumerables" impedimentos que a menudo nos encontramos en el camino a la hora de intentar hacer algo que nos gusta.
Yo soy la primera que se enerva con este tipo de temas, sobre todo cuando la gente molesta, pero... hay que ser comprensivos ¿no? Un día nosotras también seremos como ellos y los jóvenes nos aborrecerán ;) [espero que ese día esté muy muy lejos]
besos! Ro**

Miriam Cánovas Andreo said...

¡Hola Ro! se que esta entrada no habla sobre asesinatos, suicidios... pero he creido importante mostrar a la gente la otra "cara" de ir al teatro.

Un beso y gracias por tu comentario

Unknown said...

Me parece increible que la gente vaya a ver una obra de teatro y se tire completamente durante todo el transcurso de dicha obra, hablando, gritando o simplemente roncando.
Por Dios, señores y señoras para eso están sus casas y no vayan simplemente porque es gratis.

PD: siento indignación total, porque en muchas ocasiones uno no puede ir a ver este tipo de eventos porque ya no quedan butacas, cuando estas personas han ido allí solo para roncar e incordiar.

Marga said...

¡Qué pena!! Te comprendo perfectamente por lo mucho que me gusta el teatro. ¡Qué gente más odiosa! Pero lo del ronquido de la señora sin ninguna duda es lo más gracioso dentro de todo... jaj ¡qué tía!
La verdad es que la gente va a estas cosas simplemente porque les dicen que es GRATIS y parece que esa es la maldita palabra mágica. Seguro que si hubiera costado 3 euros ¡TRES! habría ido la mitad, garantizado!
Ánimo, a ver si en otra ocasión vamos al Romea a que no nos moleste nadie.
¡Un beso!