Pasadas las navidades, todo vuelve a la normalidad: las luces de colores que iluminaban las calles se apagan, los arbolitos se guardan para el año que viene, los Papas Noeles que colgaban de balcones y terrazas se guardan… Decimos adiós al turrón y mantecados para saludar a los kilitos de más que se han acomodado dulcemente y sin darnos cuenta en nuestro cuerpo.
Comenzamos otra vez la rutina: nos levantamos, desayunamos, vamos al trabajo (o a la universidad), comemos, nos duchamos, vemos la televisión… y finalmente nos acostamos y al día siguiente lo mismo y lo mismo. Por eso no es de extrañar que muchos en vez de coger la gripe, o un resfriado, cojan el llamado síndrome “postvacacional”, que no hay que confundir con la pereza de ir a trabajar o de estudiar.
Espero que a todos vosotros la vuelta de las vacaciones no se os haga muy cuesta arriba. Pensar que las siguientes fiestas están más cerca de lo que nos imaginamos
3 Comments:
Yo creo que acabo de coger el síndrome postvacacional. qué raro... normalmente lo tengo después de las vacas de verano... pero es que, claro, después de pasar la navidad en Turín comiendo pandoro y panettone es normal ¿no?
Espero que a ti no te haya pasado lo mismo que a mí, Miriam, y que estés en plena forma para afrontar lo que ahora en la uni se nos viene encima... por lo menos tú no te tienes que levantar a las 6 de la mañana... ;)
Besitos wapa!!!
Desde que estoy en la universidad la verdad es que la vuelta se hace mas dura porque vienen los examenes pero tambien tenemos a favor esos dias sin clase despues de los examenes segun la suerte que se tenga, a mi siempre me toca el ultimo examen el ultimo dia y no tengo dias de descanso.
Pero bueno es peor la vuelta despues de verano.
Por lo menos asi se adelgaza el turron :-)
Consuelo de tontos.
Un Saludo
La vuelta a la rutina siempre es difícil, pero nunca había visto una tan mala como esta, pues si lo que te espera a la vuelta de las vacaciones es hacer un trabajo en grupo donde sois cuatro y solo trabajan dos... la cosa se ponde complicada, pero bueno hay cosas peores ¿no?
Besos a los dos
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