lunes, 5 de enero de 2009

Descuartizado, depilado y con las uñas pintadas


A las personas que le gustan ir al cine a ver películas de terror, creo que por lo general, no se imaginan que detrás de la pantalla podría haber una cabeza de un hombre. Sin embargo, la realidad supera a la ficción como en otras muchas ocasiones. Más fríos que un cadáver se tuvieron que quedar los espectadores valencianos del cine Oriente cuando se les dijo que el hedor que procedía de la sala era de una cabeza humana desimponiéndose. Pero empecemos la historia por el principio.

Una calurosa noche del 27 de junio de 1950, Salvador Rovira Pérez llegó a la casa que compartía con su nueva pareja, María López Ducos. Esa noche, como muchas otras, según María, llegó borracho. Embriagado, la emprendió a golpes con María después de una gran discusión. Salvador la cogió por el cuello y comenzó asfixiarla. En ese momento María consiguió apoyar los pies en el vientre de Salvador y lo lanzó con todas sus fuerzas hasta la pared, golpeándose la cabeza. María se acercó a su compañero y pensando que estaba dormido, debido a la borrachera, lo acostó en la cama con ella. Sin embargo, lo que vio a la mañana siguiente, no fue a Salvador durmiendo, sino a Salvador muerto. Sin saberlo, María pasó toda la noche durmiendo al lado de un cadáver.

Asustada, María decidió deshacerse del cadáver, pues si no hay cuerpo, no hay delito. Cogió el cuerpo sin vida y comenzó a rasgar los tatuajes de Salvador para que fuera más difícil la identificación. Para complicar más las cosas a la policía decidió pintarle las uñas, tanto de los pies como de las manos al cadáver, y depilar todo su cuerpo para que Salvador pareciera una mujer. Terminada estas dos tareas, cogió las herramientas de Salvador (una sierra de arco, cuchillos y un serrucho) y con sangre fría comenzó a descuartizarlo.

Troceado ya el cadáver solo quedaba ocultarlo. En un primer momento decidió hacerlo en el servicio de señoras del cine Oriente donde trabajaba ella y Salvador. El olor pronto fue insoportable y el propietario del cine mandó hacer una limpieza a fondo. María, obligada por las circunstancias, decidió sacar el primer paquete (piernas y brazos) la noche del 29 de junio a una acequia. El 3 de julio sacó otro paquete donde estaba el torso. Sin embargo, no le dio tiempo a sacar el último paquete donde estaba la cabeza, pues fue encontrada por la policía detrás de la pantalla del cine.

Sorprendentemente, María no fue acusada de asesinato y solo fue condenada a 6 años y un día a prisión por homicidio y otros 5 meses por manipulación del cadáver.

Para ampliar este reportaje puedes consultar las siguientes fuentes:

8 Comments:

Dani de Castro said...

Hola.

Me parece muy fuerte la noticia. Ella lo único que hizo fue defenderse, pero la cagó al intentar esconder el cadaver. Además, me parece que no fue muy lista al esconder en un sitio como ese el cadaver, parece que se cansó de pensar después de tanto esfuerzo para que no se le reconociera.

elmoreno said...

La tensión después de una pelea o un asesinato nos impide pensar con claridad. Aunque ponerse tan nerviosa como para pensar que no reconocerán a un hombre depilado y con las uñas pintadas... ¿y no le cortó los genitales o querían que pareciese un travesti?

La elección de unos baños públicos para esconder el cadáver no fue muy acertada, pero las hay peores. Recuerdo que escuché de uno que escondió partes del cadáver en la cisterna y cada vez que tirabas de la cadena salía sangre en vez de agua xD Vamos, que con eso estás suplicando que te pillen.

Anónimo said...

i think the archive you wirte is very good, but i think it will be better if you can say more..hehe,love your blog,,,

Miriam Cánovas Andreo said...

Hola a todos!!

Para Dani:
No comparto la hipótesis de que lo hizo por defenderse, aunque la forma en la que he escrito este relato así puede parecerlo. Te digo esto porque los forenses no encontraron marcas en el cuello de la asesina motivada por la axfisia, y según su versión debería haberlas tenido. (Pero esta parte no la he incluido en el relato, aunque debería haberlo hecho)
Tienes razón en lo que parece que se cansó de pensar, porque ya que había hecho tantas cosas para que no se pudiera identificar el cadaver...podía haberse esmerado un poco en ocultar el cuerpo, aunque pienso que ocultar un cadaver no tiene que ser tarea fácil.

Para Francisco:
No sé que hizo con los genitales, pero yo también pensé en eso, supongo que los tiraría en otra bolsa, pero no lo sé.

Un saludo

Miriam Cánovas Andreo said...

To Wholesale:
Thank you for your commentary.
Kisses

thtswhtisaid said...

ARGH!!!!

Ramón Monedero said...

Chica, yo soy uno de esos a los que le encanta el cine de terror, y esta historia me ha revuelto el estómago. Qué cosas...

Anónimo said...
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